En julio de 2011 publiqué un artículo con el mismo título en el que llamaba la atención sobre el riesgo que, para España, supondría convertirse en un bonito (pero viejo) tren a vapor abandonado en una de las vías externas de una estación para trenes de alta velocidad.
Seis años después, desgraciadamente, los datos no sólo no han cambiado sino que son más preocupantes que los de entonces.
Estamos hablando de innovación y patentes.
Los datos de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) del año 2011 sobre el número de solicitudes de patente PCT, o solicitudes de ámbito internacional, me llevó a reflexionar sobre el lugar de nuestro país entre los trenes de todo tipo que habitualmente llegan a una estación.
El conjunto de los datos que vamos a exponer a continuación sirven para que podamos conocer qué países son líderes mundiales en I+D y, en definitiva, nos va a permitir conocer a los actores principales del desarrollo y la innovación. España está apostando por la innovación pero, ¿qué lugar ocupa dentro de esta clasificación mundial?
Expongamos antes algunos datos relevantes por continentes:
Desde Asia vinieron el mayor volumen de solicitudes de patente internacionales PCT, un total de 110.309 solicitudes
En segundo lugar, Europa: 59.524 solicitudes de patente internacional.
Norteamérica: 58.779 solicitudes de patente internacional
Por países, el primer lugar corresponde a Estados Unidos (56.440), Japón (45.220), China (43.128), Alemania (18.302), Corea (15.554), Francia (8.187), Gran Bretaña (5.491), Holanda (4.676), Suiza (4.363), etc.
En el 2011, encabezaban la tabla, por orden, los siguientes países: Estados Unidos, Japón, Alemania, República de Corea y China.
En estos últimos seis años, China ha superado a Alemania y República de Corea y se coloca en el tercer lugar de solicitudes de patentes internacionales tras Estados Unidos y Japón.
En el 2011, la suma de las solicitudes de estos cinco países suponía el 70% del total de solicitudes PCT presentadas. Hoy ese porcentaje ha subido hasta el 76%.
¿Y dónde está España? ¿Dónde está nuestro bonito tren a vapor?
En datos sobre nivel de protección de la innovación, España se sitúa a la misma altura que países como Finlandia, Austria o Israel. Podría parecer interesante, dado el nivel científico de estos países, pero hay que recordar que el PIB de España es mucho más alto que el de estos países.
Así, España ocupa el puesto 14 del ránking mundial por PIB y los países con los que nos comparamos en los puestos por patentes están muy detrás de nosotros. Así: Austria, puesto 27; Israel, puesto 37 y Finlandia, puesto 42.
¿Qué es lo que ocurre? Pues bien, lo que está ocurriendo para que países que se sitúan muy por detrás de España en riqueza nacional, aparezcan, sin embargo, con el mismo o parecido número de solicitudes de patente internacionales es que invierten porcentajes más elevados de esa riqueza nacional en proyectos de I+D.
Mientras las inversiones en España para innovación y desarrollo suponen un 1,24% del PIB, en Austria llegan al 2,81% del PIB, en Finlandia al 3,32% del PIB y en Israel, nada menos, que al 4,30 % del PIB
Hablar además de dónde se aplica la inversión, si en el sector privado o público, nos llevaría a un análisis aún más complejo y que sería razón para otro artículo.
Si no somos capaces de establecer mecanismos para aumentar la inversión en I+D; si no somos capaces de establecer procedimientos para optimizar esa inversión (inteligencia y prospección tecnológica, etc.); si no somos capaces de rentabilizar la inversión (explotación de las patentes) no podremos competir en igualdad de condiciones con el resto de países industrializados y en desarrollo y quedaremos como el último de los trenes a vapor: estacionados en tierra de nadie.
Datos extraídos de: The International Patent System, YearlyReview, 2016, publicado por la OMPI. Eurostat, noviembre 2014
Autor: Salvador Sánchez Quiles
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