Estamos viviendo la tercera revolución industrial. Si el
control de las materias primas y la creación de infraestructuras caracterizaron
a la primera y la producción y distribución en masa a la segunda, en esta
tercera prima la creación de valor a través de la información. Vivimos la era
de la globalización y la hiperconexión, la rapidez en el desarrollo y la
implementación de ideas valiosas marca la diferencia entre el éxito y el
fracaso.
En este contexto, el valor de las compañías se está
desplazando de los activos materiales a los inmateriales. Empresas como Google,
Facebook, Apple, apenas tienen inmovilizado material pero el inmaterial las
sostiene y hace crecer. A esta tendencia se irán incorporando cada vez más
compañías, incluidas las tradicionales, que están haciendo o tendrán que hacer
evolucionar sus negocios para sobrevivir.
desplazando de los activos materiales a los inmateriales. Empresas como Google,
Facebook, Apple, apenas tienen inmovilizado material pero el inmaterial las
sostiene y hace crecer. A esta tendencia se irán incorporando cada vez más
compañías, incluidas las tradicionales, que están haciendo o tendrán que hacer
evolucionar sus negocios para sobrevivir.
Y si los activos inmateriales cobran cada vez más
importancia, su adecuada protección resulta vital. Podemos proteger un edificio
con llaves, alarmas y vigilantes, pero ¿cómo proteger una idea valiosa? El
marco legal es la clave. Es ahora cuando la propiedad intelectual está cobrando
una importancia cada vez mayor y esa
importancia seguirá aumentando.
importancia, su adecuada protección resulta vital. Podemos proteger un edificio
con llaves, alarmas y vigilantes, pero ¿cómo proteger una idea valiosa? El
marco legal es la clave. Es ahora cuando la propiedad intelectual está cobrando
una importancia cada vez mayor y esa
importancia seguirá aumentando.
La propiedad intelectual
es como una mano y sus cinco dedos son la marca, la patente, el diseño,
el copyright y el secreto empresarial. Este símil viene al hilo de lo que
hablamos porque la mano es un instrumento extraordinario, que logra realizar
tareas muy complejas. Piénsese en la ejecución de un instrumento musical.La
clave está por tanto en la utilización de los derechos disponibles de modo
inteligente.
es como una mano y sus cinco dedos son la marca, la patente, el diseño,
el copyright y el secreto empresarial. Este símil viene al hilo de lo que
hablamos porque la mano es un instrumento extraordinario, que logra realizar
tareas muy complejas. Piénsese en la ejecución de un instrumento musical.La
clave está por tanto en la utilización de los derechos disponibles de modo
inteligente.
Qué derecho usar, cuando y donde registrarlo, combinarlo con
otros complementarios, como hacerlo valer frente a nuestros competidores y como
valorizarlo en las transacciones son las claves de un uso inteligente de la
propiedad intelectual.
otros complementarios, como hacerlo valer frente a nuestros competidores y como
valorizarlo en las transacciones son las claves de un uso inteligente de la
propiedad intelectual.
Y la integración de la propiedad intelectual en la gestión
del proceso innovador es otra clave. No puede hacerse un desarrollo y llegar al
final para decidir sobre su protección. No se puede gestionar un proyecto sin
gestionar desde el inicio las relaciones con empleados y colaboradores,
empresas codesarrolladoras, proveedores y clientes.
del proceso innovador es otra clave. No puede hacerse un desarrollo y llegar al
final para decidir sobre su protección. No se puede gestionar un proyecto sin
gestionar desde el inicio las relaciones con empleados y colaboradores,
empresas codesarrolladoras, proveedores y clientes.
No se puede decidir sobre el desvío o abandono de un
proyecto sin tener en cuenta los derechos obtenidos o en trámite, las
posibilidades de reorientación y las consecuencias del abandono.
proyecto sin tener en cuenta los derechos obtenidos o en trámite, las
posibilidades de reorientación y las consecuencias del abandono.
Lo anterior es importante para toda empresa pero es vital
para una pyme innovadora o una startup. Puede marcar la diferencia entre el
éxito o el fracaso. He visto como muchas empresas jóvenes, con grandes ideas de
negocio basadas en la innovación, han visto fracasar sus proyectos por una
inadecuada gestión de la propiedad intelectual.
para una pyme innovadora o una startup. Puede marcar la diferencia entre el
éxito o el fracaso. He visto como muchas empresas jóvenes, con grandes ideas de
negocio basadas en la innovación, han visto fracasar sus proyectos por una
inadecuada gestión de la propiedad intelectual.
Se ha dicho, especialmente por este tipo de empresas, que la
propiedad intelectual es un gasto, es
muy cara, no sirve para mucho. Estoy de acuerdo con esas afirmaciones, incluso
con la última, porque de nada sirve la propiedad intelectual si no se sabe
utilizar con inteligencia.
propiedad intelectual es un gasto, es
muy cara, no sirve para mucho. Estoy de acuerdo con esas afirmaciones, incluso
con la última, porque de nada sirve la propiedad intelectual si no se sabe
utilizar con inteligencia.
Es por tanto la integración en el proceso innovador, su
utilización inteligente, lo que hace a la propiedad intelectual útil,
necesaria, imprescindible. Y para eso no hace falta tanto dinero, solo pensar
en que gastarlo y cuando, como hacer una verdadera inversión que contribuya al
éxito.
utilización inteligente, lo que hace a la propiedad intelectual útil,
necesaria, imprescindible. Y para eso no hace falta tanto dinero, solo pensar
en que gastarlo y cuando, como hacer una verdadera inversión que contribuya al
éxito.
N.B. Publicado originalmente en Socios Inversores
Autor: Javier Fernández-Lasquetty
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