En los últimos años, la búsqueda de energías más sostenibles ha impulsado notablemente las instalaciones solares fotovoltaicas en todo el mundo, con China liderando este crecimiento. Este incremento ha venido acompañado de un significativo aumento en las solicitudes de patentes para proteger estas innovaciones. El desafío futuro ya no será solo generar más energía, sino transportarla y almacenarla eficientemente. Administraciones, universidades y empresas deben enfocarse en esta dirección, protegiendo las innovaciones desde el punto de vista de la Propiedad Industrial.
La tecnología solar fotovoltaica ha mostrado un crecimiento exponencial. En 2023, se instalaron 447 GW de capacidad fotovoltaica en todo el mundo, un 87 % más que en 2022. Esta tecnología domina el sector de las energías renovables, representando el 78 % de las nuevas instalaciones en 2023. Se espera que este crecimiento continúe, alcanzando los 5 TW en 2028, impulsado por la búsqueda de una economía más descarbonizada en un contexto de creciente preocupación medioambiental e incertidumbre geopolítica.
No obstante, el crecimiento no es uniforme en todo el mundo. China es responsable del 56,6 % de la nueva capacidad fotovoltaica instalada en 2023, con 253 GW. Estados Unidos le sigue con 32,4 GW, mientras que España ocupa el sexto lugar con 8,9 GW, detrás de Brasil, Alemania e India.
El crecimiento exponencial de las solicitudes de patentes fotovoltaicas
En términos de investigación, nuevos desarrollos tecnológicos y patentes relacionadas con la producción eléctrica fotovoltaica, en todo el mundo se han publicado desde el principio de 2021 un total de 144.788 nuevas familias de solicitudes de patente, lo cual supone que se ha producido un incremento de casi el 150% en el número de familias de solicitudes de patente publicadas con respecto a los 4 años anteriores.
De todas estas familias de solicitudes de patente un 72%, aproximadamente, estaban originadas en China, un 10% en Estados Unidos y menos de un 10% en Europa. Así pues, China está demostrando su hegemonía tecnológica, no sólo en términos de instalación de nueva capacidad productiva fotovoltaica; también en términos de investigación sobre nuevas tecnologías en este sector.
El reto: cómo transportar y almacenar el excedente de energía
Europa enfrenta varios desafíos no solo en la instalación de nueva capacidad fotovoltaica, sino también en la generación de energía renovable en general, especialmente la eólica y la fotovoltaica.
Uno de los principales retos es la capacidad de la red para transportar la energía generada. La red eléctrica actual a menudo no puede manejar la totalidad de la energía producida por las nuevas instalaciones, lo que demanda una mayor inversión en el desarrollo de la infraestructura de red en Europa.
Es crucial que la industria, las universidades, los centros de investigación y las administraciones europeas incrementen sus esfuerzos para desarrollar soluciones tecnológicas que permitan un mayor aprovechamiento de la capacidad de generación de energía renovable que se está instalando y se instalará en los próximos años.
La necesidad de proteger la innovación en energía mediante Propiedad Industrial
Para fortalecer la industria europea en esta carrera tecnológica, además de facilitar y simplificar el acceso a fuentes de financiación públicas y a planes de incentivos fiscales para las empresas que desarrollen I+D propia, resulta vital la promoción de una cultura de la Propiedad Industrial, mediante la cual la industria pueda ver con claridad meridiana los efectos beneficiosos de una adecuada protección de sus activos intangibles, en cuanto a posicionamiento de sus productos en los mercados, acceso a fondos de financiación públicos y privados, mejora de su reputación y prestigio y protección efectiva frente a usos no autorizados de sus activos.
Esta promoción de una cultura de la Propiedad Industrial abarca al sector público y al privado. Las administraciones, por medio de las respectivas Oficinas de Patentes y Marcas, realizan una labor encomiable en la promoción de esta cultura de la Propiedad Industrial. Asimismo, sería deseable una mayor dotación de recursos en cuanto a unidades policiales especializadas y en cuanto al número de tribunales especializados en Propiedad Industrial.
El sector privado, por su parte, mediante las diferentes asesorías jurídicas y despachos de abogados especializados en Propiedad Industrial, puede y debe promocionar el conocimiento de las empresas sobre los aspectos esenciales de la Propiedad Industrial, animándolas a proteger sus recursos más valiosos, que son sus activos intangibles.
Toda esta promoción de una cultura de la Propiedad Industrial redundará en un mayor incentivo para el fortalecimiento de la industria europea y para lograr un mayor desarrollo tecnológico.
Bosco de la Vega Churruca, Asociado área de Patentes en ELZABURU